martes, 31 de julio de 2012

Cristo: El fundamento para un matrimonio feliz


 

 Los esposos Maguiña hoy lucen una amplia sonrisa y una verdadera felicidad; no obstante ellos vivieron momentos muy difíciles en su vida marital, llegando a pensar que nunca serían felices.
Nelly Maguiña vivió una infancia sin carencias materiales, pero si afectivas, luego de la separación de sus padres paso momentos de soledad viviendo con su madrastra, quien nunca pudo reemplazar el amor de su madre.

Ella, junto a sus 3 hermanos por parte de madre, no pudieron vivir juntos, mientras que Nelly cohabitaba con su padre, sus hermanos caminaban por senderos de inestabilidad económica al lado de su progenitora, situación que preocupaba intensamente a Nelly.
Luego de un proceso judicial, Nelly veía  a su madre esporádicamente. “Recuerdo que cada encuentro mi madre era muy emocionante, pero ella no correspondía el amor que yo le entregaba”, señaló la hermana Maguiña entre lagrimas.

 Tras algunos años, Nelly empezó a ayudar a su madre en una juguería ubicada en una céntrica avenida limeña, fue ahí donde conoció a Ramón (su actual esposo).

Un matrimonio en problemas

Ramón, un emprendedor joven, concurría constantemente al negocio de la madre de Nelly. Pasado los años, ambos se propusieron llegar a contraer matrimonio. Con sus ahorros, Ramón construyó su casa y adquirió un vehículo; sin embargo pesar de la bonanza económica la estabilidad emocional del hogar no era la esperada.

La inmadurez de Nelly  (propia de una adolescente de 15 años) y la diferencia de edad entre ambos fue el detonante de los problemas en esta relación, llegando a desembocar en algo que afecta a miles de parejas: la infidelidad.

Después de algún tiempo, la pareja llegó a tener tres hijos. Ramón Maguiña notó que los pequeños sufrían por el comportamiento de sus padres, es así como por invitación de su suegra (quien ya asistía a una iglesia), decide llevar a sus hijos al templo central del Movimiento Misionero Mundial.

“Al acompañar a mis hijos al templo, fui escuchando la Palabra de Dios y noté que el Señor me había llevado hasta ahí, me di cuenta que todo lo malo que hice fue por falta de conocimiento”, manifestó Ramón Maguiña en el programa Vivencias.

El encuentro con Dios 

Por su parte, Nelly pasaba por un momento de depresión originado  por los problemas conyugales, cuando decidió acompañar a su esposo a una escuela dominical. “Luego de un mes de asistir al templo, escuche el llamado de Dios que me decía que existía una solución para mi hogar, yo solamente empecé a llorar y le entregue mi alma al Señor”, recordó la ahora hermana Nelly, quien luego de escudriñar la Biblia y pedir consejería pastoral, afirmó su vida y su hogar.

El testimonio de Nelly llevó a los caminos de Dios a su esposo. Actualmente ambos se han convertido en una pareja ejemplar para la sociedad y trabajan en favor de la obra de Dios construyendo instalaciones para las plantas de transmisión de Bethel Telecomunicaciones y diseñando  las estructuras metálicas que utilizan distintos templos del Movimiento Misionero Mundial.

Fuente: Movimiento Misionero Mundial

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