lunes, 10 de septiembre de 2012

Padre nuestro


Compuesta por el americano Albert Hay Malotte, célebre músico de la industria cinematográfica, "The Lord's Prayer" es un himno del Siglo XX cantado con fervor por renombrados intérpretes del mundo.
"Padre Nuestro" es una pieza fundamental y primordial dentro de la música evangélica. Dedicada al Todopoderoso, la obra fue compuesta en 1935 por el reconocido pianista cristiano Albert Hay Malotte, uno de los músicos más célebres de la industria cinematográfica de Estados Unidos.
Malotte, afamado por su prolífica labor en Hollywood para los estudios Disney, la ideó por intermedio de un pasaje de las Santas Escrituras (Mateo 6:9-13), en el que Jesús comparte con sus discípulos una forma de acercarse al Creador. El cantante de ópera John Charles Thomas, gran amigo del compositor, fue el primero en grabarla y a la vez dejó sentado un estilo, fuerte y potente, que aún en la actualidad perdura y emociona al planeta entero.
Usado en primera instancia en los templos y bodas de Norteamérica, "The Lord's Prayer", como fue titulada en inglés, constituye la creación más exitosa de Malotte. Sin embargo, el músico evangélico tuvo una dilatada carrera profesional que nunca estuvo alejada de los caminos del Señor. Nacido en Filadelfia, el 19 de mayo de 1895, en sus primeros años de vida formó parte del coro de la histórica iglesia "Saint James" y luego estudio música en París con Georges Jacob.
En la década de 1930, mientras trabajaba en el corazón del cine mundial, Albert Hay Malotte compuso una serie de otras exitosas piezas religiosas, incluida la adaptación del Salmo XXIII, que posteriormente fueron recopiladas por la biblioteca de la Universidad de California y el archivo general del Congreso de los Estados Unidos. En tanto, sus canciones seculares más destacadas se dejaron escuchar como parte de las bandas sonoras de las galardonadas películas "El Patito Feo" y "Fernando del Toro". 
Posteriormente, una vez que alcanzó la notoriedad pública a través de dos sendos premios Oscar obtenidos por filmes infantiles que incluían sus composiciones, Malotte continuó dedicando su trabajo para el Altísimo y jamás se apartó del pueblo de Dios. Así el hijo de Charles y Katherine Malotte creó un sinfín de cantatas, musicales y melodías para ballet que honraban las buenas nuevas de Jesucristo y le hablaban a la humanidad sobre lo maravilloso que implica formar parte del cristianismo.
En la ciudad de Los Ángeles, el 16 de noviembre de 1964, Albert Malotte murió víctima de una neumonía y se marchó al reino del Señor. Empero, detrás de sí, este siervo del Rey de reyes, dejó una poderosa armonía llamada "Padre Nuestro" que día a día se deja escuchar alrededor del planeta. Un himno que en sus más de siete décadas de existencia ha sabido consolidar el mensaje de Jesús de Nazaret sobre el papel único y exclusivo del Dios Creador.


Fuente: Impacto Evángelistico

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