Yo te conozco aún desde el vientre de tu madre…”, con
este texto bíblico nos lleva de la mano con el extraordinario testimonio
del matrimonio Flores Carbajal. El testimonio de María Carbajal esposa
de William Flores empieza desde el vientre materno.
Para ella no fue fácil empezar la vida; sietemesina y la última de 5
hermanos pudo experimentar las marcadas diferencias que había para con
cada uno de sus hermanos por parte de sus tíos y familiares, acciones
que iba guardando en su pequeña corazón.
Conforme iba creciendo se mostraba una persona alegre y conversadora,
tratando de ocultar los problemas familiares que estaba atravesando.
Con la fuerte voluntad de seguir adelante ingreso a la universidad a
estudiar Derecho, donde hizo una gran amistad con Lilly su futura
cuñada.
William, actual esposo de María Carbajal, regresó a Chimbote, su
ciudad natal luego de terminar su carrera universitaria en Lima. Es en
su regreso donde conoce a María, con quien empieza una relación de
amistad.
La tormentosa la vida marital
Con el tiempo la relación maduro y empezaron la fase de
enamoramiento, pero el fuerte carácter de María permitió que muchas
veces esta relación se vea resquebrajada. La oportuna y sabia
intervención de la madre de María quien empezaba su vida cristiana,
permitió que William se refugiara en la oración. Pero a su vez la
incredulidad que arrastraba William desde su niñez ante la pérdida de su
hermana mayor, impidieron que él pueda continuar con una vida
cristiana.
Pese a los problemas, ellos volvieron a unirse y es así que
formalizaron su relación para casarse. Como muchas jóvenes no
cristianas, María quedó embarazada, lo que originó el adelanto de la
fecha del matrimonio.
A modo de luna de miel es que deciden ir a la ciudad de Lima donde se
establecerían. Pero no acostumbrada a estar sola en una habitación
María se vería en una lucha de querer regresar a Chimbote y volver a
vivir una vida con su gran familia.
En este conflicto es donde el Señor comienza su obra maravillosa.
William ya conocía de cierta forma a Dios y estaba asistiendo a una
iglesia cristiana, pero María rechazaba a Cristo y hacía hasta lo
imposible para retener a su esposo y no dejarlo ir al templo.
Una nueva vida
Para ella todo estaba bien, su esposo le era fiel, tenía un hermoso
niño, no tenían necesidades y por ende para ella no era importante Dios,
a pesar que el Señor ya había mostrado su amor para con ella le había
salvado aún desde el día de su nacimiento, pero ella nunca lo entendió.
Es así que en su segundo embarazo, al enterarse que iba a ser niña
estaba preparándolo todo. Todo parecía ir bien. Pero dentro de su
corazón y las continuas pesadillas presagiaban que algo andaba mal.
Por sus continuos dolores a los 9 meses de embarazo su esposo la lleva
de emergencia al Hospital donde milagrosamente le extraen a la criatura.
Lamentablemente María quedó en cuidados intensivos (tenía coágulos
uterinos), esperando por un milagro para salvar su vida.
En la habitación no había nadie, solo una enfermera que tenía una
habitación al lado. Las noches de María eran interminables, no podía
dormir, un miedo espelúznate la acompañaba. Es donde una oración al
cielo le permite tener una experiencia con el Señor.
Es así que una noche ella cayó en un instante en un sueño profundo
donde ve que un hombre de blanco se le acerca y colocando sus manos en
su vientre presionó la zona afectada. María, al despertar intenta buscar
con su mirada al causante de tan gran dolor, pero nadie había en el
lugar. Ni las explicaciones de la enfermera de que era solo una
pesadilla la movieron de su pensamiento que hacía eco en su corazón:
Quizás fue el Señor.
María iba a ser intervenida al día siguiente; pero lo doctores
notaron que su estado de salud evolucionaba de una manera asombrosa y se
cancelo la operación.
María salió de alta tres días después, en su corazón ya ardía el
deseo de ir a la iglesia y agradecerle a Dios por lo que había hecho.
Justo el día en que ella regresaba del hospital hubo una campaña en
la esquina de su casa, y al recibir la invitación de los hermanos fue
que al pasar al altar se reconoció con el Señor y lo aceptó en su
corazón.
Hoy el matrimonio Flores Carbajal y sus hijos sirven al Señor de todo corazón.
¿Cómo no servir a ese Dios maravilloso que sigue salvando vidas?,
sólo está en cada uno dar ese paso adelante y tomar la decisión
maravillosa de invitar a Jesucristo en nuestra vida para siempre.
(Testimonio difundido en el programa Vivencias de Bethel Radio)
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